domingo, 26 de agosto de 2007

Somo solo una calificación?

Una de las partes mas complicadas de la profesión desde mi punto de vista es la parte de la evolución, pues como esta demostrado en el texto Miguel Ángel Santos Guerra, esta es determinada por distintos factores los cuales la rigen en un sentido el cual busca la objetividad por sobre todas las cosas, bueno eso es solo sobre el papel, pues en la realidad las cosas suelen a ser distintas, para esto el docente debe lidiar con los distinto factores, como lo son las prescripciones legales, regidas por las distintas instituciones que rigen nuestra educación, en la punta de la pirámide tenemos al ministerio de educación, y luego a la misma institución a la que el docente pertenece, estas prescripciones no dejan pie para que el docente ejecute una evaluación acorde a lo que el estime conveniente. También el profesor tiene presente las presiones sociales, estas se demuestran, por ejemplo en una reunión de apoderados donde se entrega la típica libreta de notas, en donde el apoderado solo se fija en las calificaciones siendo estas el reflejo de su aprendizaje, lo cual no es 100 % efectivo, además para la sociedad es mas importante los resultados que el proceso, es decir la nota por sobre lo aprendido. Otro elemento son las condiciones organizativas, estas tienden a regir a la evaluación por medio de ciertos elementos como lo es el tiempo, la tradición, cantidad de estudiantes a evaluar, el currículum, etc. Aquí tenemos un ejemplo claro a la diferencia que se puede dar en un liceo de excelencia a uno tradicional, en el primero claramente las exigencias van a ser altas pues deben mantener un prestigio y por ende también los esfuerzos a niveles gubernativos los acompañaran, es decir en el momento de invertir, caso contrario es el de los liceos tradicionales en donde solo se les exige a los cursos pilotos o de proyección bajando los estándares al reto.

Otro punto para el autor es descansar toda la responsabilidad en el que aprende, en e momento de no obtener los resultados mínimos para la aprobación, esto queda claro en algunos colegios particulares donde la reprobación de un año es sinónimo de suspensión de matricula eso es simplemente cortar por lo mas delgado, pues no existe auto crítica alguna y no se busca el porque del fracaso sino que solo expulsa el mal elemento.

Uno de los puntos que mas me llamo la atención del texto en cuestión es el uso que se le da al conocimiento académico, pues el autor el otorga un doble consideración, la primera la que debería ser la importante, pues lo importante es el aprendizaje, es la del valor de uso es la ideal verdad, pero también existe la del valor del cambio en donde el conocimiento académico es actúa como moneda de cambio por una nota y es sin duda alguna que es lo que hoy en día prevalece es e este punto donde hace un paralelo en el sentido de valorar a una persona en cuanto de sus calificaciones, es aquí donde veo el poder de un buen proceso de aprendizaje, pues este llevara a nuestros estudiantes a una calificación que los posicione de buena manera en el marco social.

2 comentarios:

Profesora dijo...

Estimado estudiante:
Estando de acuerdo contigo en varios aspectos, te recuerdo que lo que se solicitaba era un análisis crítico reflexivo del TEXTO, lo cual quiere decir, opinar sobre la tesis del autor, evaluar la lógica del texto, hablar en la voz del autor, te recomiendo releer la guía de lectura que acompaña a la rúbrica del semestre, para que perfecciones tu comentario. Te recuerdo que una de las mayores virtudes de un profesional es su puntualidad, respeta las fechas de publicaciones de los edublog. Atentamente.

Profesora dijo...

Estimados estudiantes:

A continuación les adjunto una propuesta de lo que podría ser un análisis crítico-reflexivo del texto de Santos Guerra, luego del cual ustedes pudieran haber agregado sus juicios personales, tan propios de nuestra disciplina.

Miguel Angel Santos Guerra (2003) en su artículo “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional y de persona eres” parte revisando la práctica evaluativa actual. Al respecto plantea, en primer lugar, que el profesor actúa en un contexto que condiciona su práctica de evaluación; donde existen disposiciones legales, supervisiones institucionales, presiones sociales y condiciones organizativas que regulan la actividad evaluativa. A esto se suman los componentes básicos de la evaluación (comprobación y explicación de los aprendizajes); el valor de uso y el valor de cambio que le asignamos al conocimiento y una práctica evaluativa que potencia o debilita el desarrollo de capacidades intelectuales en los estudiantes según sea el criterio del profesor.

En el contexto de esta práctica evaluativa descrita anteriormente, Santos Guerra concluye que la forma de entender y practicar la evaluación permite deducir las concepciones teóricas que tiene el evaluador sobre la inteligencia, sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sobre la profesión docente, por una parte; las actitudes que tiene el evaluador hacia sí mismo, hacia los evaluados y hacia sus colegas, por otra, y además es posible develar los principios éticos del evaluador sobre la realidad social, sobre la finalidad de la Educación y sobre la ética profesional.

Por último, el autor, termina su artículo proporcionando sugerencias para mejorar esta práctica. Propone someter la práctica a una crítica rigurosa, y a partir de esto orientar la investigación evaluativa cuyo fruto permita tomar decisiones para mejorar dicha práctica. Sin embargo, la mejora no será posible si no se mejoran primeramente las condiciones en las que se desarrolla dicha práctica. Esas condiciones no se modifican por arte de magia, pero los docentes como profesionales podemos iniciar el proceso.