lunes, 23 de abril de 2007

¿Seremos Licenciados en historia y geografia o profesores?

En la clase del día viernes pasado tuvimos el agrado de contar con la participación de compañeros los cuales ya han tenido cierto acercamiento a un aula propiamente tal y nos entregaron sus respectivas experiencias de lo que ha sido hasta el momento sus distintas realidades como alumnos en práctica, bueno el objetivo de la clase estaba a mi gusto claro y era entrar a cuestionar nuestra “vocación” por decirlo de alguna manera o también en tomar el peso que realmente se merece una de las disciplina que tiene nuestra carrera, hablo de la pedagogía la cual no es tan valorada como quizás lo son las áreas de la historia y geografía. Bueno esa es una critica que se viene haciendo desde hace ya un tiempo y en la cual se ha trabajado con algunos frutos visibles de ese trabajo como lo fue el cambio de malla curricular realizada hace ya un par de años, pero cuando hablamos de tener mejores herramientas para ser profesionales mejores preparados yo creo que nunca es suficiente y todo cambio queda corto.
Volviendo al tema del cuestionamiento o el aterrizaje, para con lo que nos depara nuestro futuro cercano, yo creo que para la mayoría de nosotros era algo ya discutido o al menos comentado en alguna instancia de discusión informal no se, en el pasillo, en el patio o en algún bar, inclusive yendo mas atrás en el momento de hacer la postulación a una carrera, cualquiera que esta sea, uno dice para si “ya me veo no se trabajando en tribunales“ en el caso de un postulante a alguna escuela de derecho o “ya me veo frente a cuarenta y cinco estudiantes“ en nuestro caso. Tomando esto en cuenta la sorpresa con las vivencia de nuestros compañeros practicantes no debería ser tanta, pues también seria desconocer nuestras propias vivencias en los 12 años de escolaridad que llevamos a cabo en nuestra infancia y adolescencia, a lo que voy es que no hay que empezar con la practica pedagógica para saber que ahí cursos mas complicados que otro o alumnos mas inquietos que otros, pues solo basta con mirar tres o cuatro años atrás en nuestro pasado y recordarlo, lo que nos tiene que preocupar desde ya es el tener la base teórica fuerte, para poder manejar las distintas situaciones que se nos van a presentar en nuestro futuro laboral, eso si que no tan solo con la teoría lo vamos a lograr sino que también con nuestra propia capacidad de adaptación a las diversas situaciones, teniendo claro que estaremos frente a cuarenta realidades y contextos totalmente diferentes y además lo tendremos que multiplicar por cinco, tarea difícil, pero no imposible pues con ganas y disposición lo podremos lograr

lunes, 9 de abril de 2007

recuerdos y una idea de futuro


Asiendo memoria de aquellos tiempos de uniformes cuadernos y simarras, me pregunto ahora que clase de enfoque se impartía en mi educación publica, quedando de manifiesto el tinte tradicionalista que existía en ese tiempo basta tan solo con recordar la omnipresencia del profesor frente a sus alumnos tomando en cuenta el significado del concepto alumnos como personas sin luz o sin conocimiento en donde el profesor ejercía una clase netamente expositita en donde no había ningún tipo de interacción entre los elementos que estaban dentro del aula. Recuerdo a ese profesor lejano que impartía esa estampa del viejo de historia como una persona apartada y ajena a nuestras inquietudes pero con la salvedad de que a ese señor de terno y corbata si se le tenia respeto y cuando levantaba la voz se hacía notar, con un dejo autoritario eso si. Dando otro ejemplo del enfoque tradicionalista tenemos la falta de empatía por parte del profesorado en donde este tiende a generalizar al curso como un ente único, pues quizás esto para dicho enfoque sea una de las reglas del juego y que si no se sigue se puede perder la partida yéndose de las manos el curso.


Ahora viéndolo en la realidad actual creo que esto no a cambiado mucho, y no creo que cambie al corto plazo debido a que los profesores tienen este esquema adoptado, solo con nuevas camadas de profesionales los cuales tengan la voluntad de desarrollar programas innovadores acordes a cada realidad y ejerciendo una transversalizacion con los distintos enfoques solo de esta manera pudríamos ver un cambio sustancial en la forma de entregar los distintos contenidos a cada uno de nuestros estudiantes suena un tanto idealista y utópico pero si nuestra intención es mejorar la calidad de enseñanza no se debe escatimar en esfuerzos.